Esta es una tarea necesaria que debemos ejecutar en este juego para lograr que los enemigos puedan olvidarse de donde nos encontramos, de manera que saber Cómo finalizar persecuciones nos adentra en la posibilidad de llegar a un lugar donde pueda haber luz, esto puede resultar ser una tarea compleja si no sabemos exactamente a donde debemos ingresar, pero para darte más detalles sobre ello estamos aquí.
Se nos permite utilizar la luz ultravioleta y para ello se hace necesario encargarnos de ir a un punto que suele estar marcado con un icono de color púrpura, este suele ser un punto de ruta que suele mostrarse en la brújula que está localizada en la parte de arriba de la pantalla, del mismo modo se nos permite comprobar otros puntos de luz ultravioleta en el mapa de Dying Light 2 .
Conseguir una de las luces ultravioleta en este juego hace necesario encargarnos de ubicar el escondite de los Nightrunner y que suele traernos algunas ventajas interesantes de las cuales podremos valernos, de manera que es fundamental contar con al menos un escondite de Nightrunner desbloqueado en cada una de las regiones cuando nos estén persiguiendo los enemigos.
En los Molinos de viento, en los Puestos de Comercio o en los Centros de Facción podemos encontrar ubicaciones de luz ultravioleta, de modo que saber Cómo finalizar persecuciones hace necesario contar con estos lugares en el juego.
En medio de esta búsqueda se nos abre la posibilidad de ubicar un mapa, al conseguir pasar por encima de ellos se abre la oportunidad para ubicar algún sitio con luz ultravioleta, una vez esto se haya dado se nos permite ir al respectivo punto con el objeto de lograr que la persecución pueda finalizarse.
Escondernos es otra acción que bien puede aplicarse en dado
caso de estar alejados de la luz ultravioleta, existen áreas con hierba que
perfectamente bien pueden resultarnos favorables y las mismas pueden hallarse en
algunos tejados de la ciudad, de hecho, al optar por escondernos en la hierba hace necesario tener en cuenta
que los infectados deben estar a una distancia prudencial y de este modo hacer que la persecución pueda
finalizar.