El primer paso para arreglar las caídas de FPS es cambiar la
configuración de gráficos y pantalla. En el menú de configuración del
juego, asegúrese de ajustar la resolución y la configuración de filtrado
para asegurarse de que su juego funcione de la mejor manera. También
puede intentar reducir la distancia de dibujo general, ya que esto puede
ayudar a reducir la tensión en su hardware.
El
siguiente paso es deshabilitar Control Flow Guard en Windows. Control
Flow Guard es una función de seguridad que a menudo puede causar caídas
en la velocidad de fotogramas, por lo que es mejor desactivarla si tiene
problemas con su FPS. Para hacer esto, abra el 'Panel de control',
seleccione 'Sistema', luego 'Configuración avanzada del sistema' y luego
'Opciones de rendimiento'. Desde aquí, ubique 'Prevención de ejecución
de datos', seleccione 'Activar DEP para todos los programas y servicios,
excepto los que seleccione', y luego agregue 'Hogwarts Legacy' a la
lista de excepciones.
También es una buena idea usar la configuración personalizada del panel de control para ajustar el rendimiento del juego. Abra el 'Panel de control de NVIDIA' y luego seleccione 'Administrar configuración 3D'. Desde aquí puedes ajustar cosas como el anti-aliasing, el filtrado de texturas y el filtrado anisotrópico para asegurarte de que tu juego funcione de la mejor manera.
Finalmente, considere mover el juego a un SSD o HDD más rápido. Esto ayudará a reducir los tiempos de carga y hará que el juego funcione sin problemas. También puede intentar cerrar cualquier aplicación que acapare la memoria que se esté ejecutando en segundo plano, así como usar Process Lasso para limitar el uso de la CPU de aplicaciones específicas.